1. Contribuye a que no se generen organismos ultrarresistentes
Las bacterias, parásitos y otros microorganismos mutan genéticamente y se van volviendo más resistentes, lo cual hace más difícil que los medicamentos funcionen para atacarlos. Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), anualmente en Estados Unidos se dan más de 2.8 millones de infecciones resistentes a los antibióticos y más de 35.000 personas mueren por su causa.
Parece salido de una película de ciencia ficción. Y aunque las mutaciones genéticas son algo que se da naturalmente, una de las causas para que estas mutaciones ocurran de una manera más acelerada es el mal uso y uso excesivo de los antibióticos y antimicrobianos en humanos, animales y plantas.
Según un estudio de 2020, se estima que el 78 % de los antibióticos de América latina son vendidos sin receta médica, lo cual permite el mal uso y abuso de este tipo de medicamentos.
Por esto, los antibióticos solo deben usarse en los casos en los que el médico los recete y quien los tome, debe hacerse el tratamiento completo.
2. Puede prevenir que tenga complicaciones al someterse a una cirugía
Al someterse a una cirugía, el cuerpo queda expuesto a múltiples microorganismos que los médicos controlan a partir de antibióticos. Si estos se vuelven menos efectivos, dado que los microorganismos generan resistencia, las cirugías y los tratamientos mayores pueden tener un riesgo muy alto por las infecciones.
También, el tratamiento de condiciones comunes como las infecciones urinarias por Escherichia coli o las infecciones respiratorias por Streptococcus pneumoniae o Haemophilus influenzae pueden resultar difíciles de atacar y requerir tratamientos más complejos y costosos. Además, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), esto supondría también costos médicos más altos, cuidados más intensivos y hospitalizaciones más prolongadas.
En Ecuador, por ejemplo, el Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública (INSPI) en un estudio de resistencia bacteriana de 2018, encontró altos índices de resistencia para Escherichia coli en infecciones de vías urinarias de origen comunitario.
3. Ayuda a preservar la salud pública mundial
Si los microorganismos se vuelven cada vez más resistentes a los antibióticos, será cada vez más difícil luchar contra las enfermedades en humanos, animales y plantas. Según la OPS, la resistencia a los medicamentos antimicrobianos (RAM), que incluyen antibióticos, antivirales, antifúngicos y antiparasitarios, es una de las principales amenazas a la salud pública, a la seguridad alimentaria y al desarrollo en todo el mundo.
En 2019, la RAM estuvo relacionada con cerca de cinco millones de muertes en el mundo. Además, según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), si no se controla, “podría provocar un déficit del PIB de USD 3,4 billones anuales en la próxima década y hacer que 24 millones de personas más entren en situación de pobreza extrema”.